Cuando tienes hijos y quieres salir a divertirte suena ya muy difícil no? pero bueno por eso mismo se crean agencias de seguridad con chicas que hacen de niñeras y se pueden quedar a cuidar a tus hijos pero como dicen aveces no confíes ni juzgues lo que ves aveces las apariencias engañan no creen?.
Una joven pareja había tenido que llamar a una agencia de canguros para guardar a su hijo ya que tenían una cena importante y tenían que asistir sólos, sin el pequeño. Ellos tenían una canguro de confianza, pero esa noche se había puesto mala, por lo que, sin más remedio, habían tenido que llamar y confiar en la profesionalidad de la agencia. Estaban nerviosos. Pero al llegar la chica de la agencia se tranquilizaron. La joven canguro que llegó a casa era una chica con una muy buena apariencia, parecía centrada y responsable. Así que partieron a la fiesta tranquilamente.
A mitad cena, la joven madre tuvo un raro presentimiento, por lo que telefoneó a casa para verificar que todo iba bien. La joven canguro respondió que todo iba muy bien, que no debía inquietarse. Y le dio las gracias por la cena que le habían dejado: "el pavo estaba muy rico". La joven madre volvió hacia su marido después de la llamada y le pidió al marido de volver inmediatamente. Algo le pareció extraño en la conversación. Ella no recordaba tener pavo en la nevera.
Llegaron rápidamente a casa. Una vez allí comprueban que la chica está tranquilamente en el sofá viendo la tele. La madre se tranquiliza al ver la escena. Pero al subir a la habitación del bebé, descubren que no está. Algo no marcha bien. Lo buscan por toda la habitación pero no dan con él. Bajan abajo y asustados le preguntan a la canguro. Ésta tranquilamente les contesta que está en la cocina. Extrañados, van hacia ella y al llegar descubren aterrorizados lo que había sucedido. El bebé estaba metido en el horno, parcialmente comido, y embalado en aluminio.
Investigaciones posteriores descubrieron que la canguro sufría trastornos de personalidad.
Una joven pareja había tenido que llamar a una agencia de canguros para guardar a su hijo ya que tenían una cena importante y tenían que asistir sólos, sin el pequeño. Ellos tenían una canguro de confianza, pero esa noche se había puesto mala, por lo que, sin más remedio, habían tenido que llamar y confiar en la profesionalidad de la agencia. Estaban nerviosos. Pero al llegar la chica de la agencia se tranquilizaron. La joven canguro que llegó a casa era una chica con una muy buena apariencia, parecía centrada y responsable. Así que partieron a la fiesta tranquilamente.
A mitad cena, la joven madre tuvo un raro presentimiento, por lo que telefoneó a casa para verificar que todo iba bien. La joven canguro respondió que todo iba muy bien, que no debía inquietarse. Y le dio las gracias por la cena que le habían dejado: "el pavo estaba muy rico". La joven madre volvió hacia su marido después de la llamada y le pidió al marido de volver inmediatamente. Algo le pareció extraño en la conversación. Ella no recordaba tener pavo en la nevera.
Llegaron rápidamente a casa. Una vez allí comprueban que la chica está tranquilamente en el sofá viendo la tele. La madre se tranquiliza al ver la escena. Pero al subir a la habitación del bebé, descubren que no está. Algo no marcha bien. Lo buscan por toda la habitación pero no dan con él. Bajan abajo y asustados le preguntan a la canguro. Ésta tranquilamente les contesta que está en la cocina. Extrañados, van hacia ella y al llegar descubren aterrorizados lo que había sucedido. El bebé estaba metido en el horno, parcialmente comido, y embalado en aluminio.
Investigaciones posteriores descubrieron que la canguro sufría trastornos de personalidad.